Vivir Aprendiendo

Cuarenta años de experiencia, de aciertos y desaciertos en la labor educativa, pueden brindarle al lector -a través de las anécdotas- la oportunidad de aprender en cabeza ajena y, al mismo tiempo, entender el deber ser hacia el cual debemos dirigir nuestros esfuerzos como profesores y padres cuando ejerzamos el trabajo de educadores.

Como profesores y padres de familia, cada día nos enfrentamos al quehacer de la educación que nos reta a saberle comunicar a ese alumno- a ese hijo- algo distinto, un conocimiento nuevo, un comportamiento acertado, una anécdota brillante, algo que conquiste su interés y logre en el tiempo modificar su comportamiento haciendo de él una persona de bien.

Rastrear la vida de San José no es nada fácil si se quiere hacer por la ruta de la ciencia. En uno de mis libros lo he querido rastrear por la vía del corazón y con la imaginación de un niño curioso y, por supuesto, con las pocas aunque elocuentes- citas del Evangelio. El Santo Padre Francisco fue el de la idea con su carta Patris Corde, y yo la he aprovechado para dialogar sobre la vida y sobre el arte de ser mejores cada día, empezando por la etapa escolar.